Analizar 21 gramos es una sensación distinta, hasta el momento ninguna película- excepción de “Pulp Fiction” y alguna otra- habían dejado sensaciones tan distintas en mí. Esta película se centra en la conjugación de Culpa, castigo, amor, redención y venganza como temas principales que se conjugan en el alma de los personajes, pero lo que hay destacar de Alejandro González Iñárritu es la ruptura de la narración convencional, es decir, la linealidad de la narración es eliminada y por el contrario la trama transcurre en diferentes tiempos verbales y distintos espacios, efectuando así una magnífica deconstrucción narrativa del dolor. Son como piezas de rompecabezas que el auditorio deberá juntar hasta darle sentido y sincronía a las acciones.El aspecto fundamental es como tres historias totalmente distintas se unen a partir de un hecho en particular.
En una primera historia tenemos a Paul, un hombre que necesita urgentemente un trasplante de corazón y que en último momento recibirá el órgano de un donante muerto en un accidente de tráfico. Por otro lado se encuentra Cristina, una ex alcohólica y drogadicta, ahora casada y con dos hijas, y que un día perderá a su familia completa en un desafortunado accidente automovilístico. Cierran estas historias la de Jack Jordan, un ex criminal que ha resuelto su situación personal gracias a la religión, la cual se convierte en su nueva filosofía y su más sublime fanatismo hasta que un día, después de una tertulia con un amigo, tendrá un accidente con su camioneta y atropellará a tres personas, un hombre y dos niñas, matándolos en el acto.
Volviendo a la primera historia Paul busca amor en una persona distinta a su pareja actual,la cual solo esta con él por lástima, y encontrará una esperanza buscando a la mujer que le dio el corazón de su accidentado marido. Cristina, a raíz de la muerte de su familia sufre una profunda depresión que la obliga a frecuentar lugares donde comprará drogas y alcohol, pero es gracias a Paul que puede encontrar una razón para seguir viviendo. Jack, traumatizado por el accidente, necesita el perdón, la redención de su Dios y de Cristina, su vida deja de tener sentido y abandonará a su familia pues no se siente bien consigo mismo, pues se avergüenza profundamente de su ser, y piensa de manera absurda que Dios tiene que ver con su desgracia personal.
Por lo antes mencionado se pueden visualizar varias historias que confluyen en el tiempo unidas por un nexo común. A partir de este concepto trabajaré el de Semiósfera y su aplicación en 21 gramos. Como sabemos la semiósfera según Iuri Lotman* es el universo semiótico que representa a una colectividad determinada. En el caso de 21 gramos podemos encontrar tres semiósferas claramente determinadas, la de los tres personajes:
- Semiósfera 1: Paul
- Semiósfera 2: Cristina
- Semiósfera 3: Jack
Existen semiósferas grandes y pequeñas delimitadas por una frontera que actúa como traductor entre éstas. Dentro de una semiósfera las estructuras internas representan semiósferas más pequeñas y son participantes del diálogo que les permite intercambiar información. A partir de lo mencionado podemos ver que tenemos en un principio tres semiósferas distintas que corresponderían a la vida de cada uno de los personajes, la frontera seria el hecho que marca a las tres historias y por consiguiente las termina uniendo, en este caso sería el accidente automovilístico ya que a partir de ese momento, las tres vidas toman giros radicales, Jack atropella a las hijas de cristina y a su esposo y cuando este muere su corazón es donado a Paul. Aquí vemos como a partir de este hecho se entrelazan las historias por eso lo denomino frontera.
La semiósfera es atravesada por fronteras internas que especializan sectores o subestructuras generando el surgimiento de nueva información. Esto lo vemos cuando al parecer surgiría una nueva historia a partir del momento en que se unen las tres semiósferas (Paul, Cristina y Jack).
* Semiósfera I (Semiótica de la cultura y el texto): Iuri Lotman
